Cobertura arbórea y herbácea, para yerbales resilientes
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), a través del Servicio de Extensión Yerbatero (SEY) de su Área Técnica, promueve la multiplicación de cubiertas verdes, naturales e implantadas en plantaciones de yerba mate, que evitan la erosión hídrica, favorecen la infiltración de agua de lluvia, contribuyen a restituir nutrientes al suelo y son aliadas en la resiliencia ante eventos climáticos extremos, como sequías, elevadas temperaturas y lluvias torrenciales.
Uno de los ejemplos está en un lote de dos hectáreas de yerba mate en la localidad de San Vicente, con cubierta verde de maní forrajero (Arachis pintoi) y la implantación del árbol nativo Araucaria angustifolia.
“En este lugar tenemos Araucaria angustifolia, generando una cubierta arbórea por encima del estrato de yerba mate, y por debajo la cubierta herbácea sobre el suelo”, describió el ing. Marcos Kubiszen, del SEY. “La recomendación -continuó- es que los lotes de yerba mate puedan contar con estos dos niveles de cobertura, arbórea y herbáceas, para poder propiciar un microclima benéfico para el cultivo durante todo el año, incluso en épocas de condiciones climáticas adversas”.
Al referirse a los beneficios de esta técnica, señaló la mitigación de altas temperaturas y la presencia de humedad. “Hemos constatado, con mediciones a nivel del suelo, que todos los lotes donde el suelo está desnudo se encuentran con temperaturas muy superiores a los que tienen cubiertas. Por ejemplo: en lotes aledaños, uno al otro, a las 12 del mediodía, la temperatura en el suelo desnudo era de 25 grados más que el suelo cubierto. Otra variable es el contenido de humedad: en suelos con estos microclimas se mantienen temperaturas más bajas en verano y se atenúan las temperaturas bajas en invierno, con lo cual los contenidos de humedad, en los primeros 20 centímetros de suelo, suelen ser superiores a yerbales sin cobertura arbórea y herbácea”.
Maní forrajero
En este lote, el maní forrajero fue establecido como cubierta verde hace cuatro años. El ing. Máximo Petruk Nowosad, también integrante del SEY, explicó por qué se eligió a esta leguminosa para cuidar el suelo y el agua: “Es una especie perenne que tolera diferentes tipos de suelo y es adaptable al cultivo de yerba mate, ya que su hábito de crecimiento es rastrero y va bien en la sombra, en las condiciones que tenemos debajo de las plantas de yerba”, manifestó.
Esta cubierta verde, prosiguió, “protege al suelo de las altas temperaturas, permite el reciclado de nutrientes, favorece la infiltración de agua de lluvia (tiene una cobertura densa y raíces de hasta 60 centímetros de profundidad que ayudan en el drenaje del suelo), y atenúa las temperaturas extremas”. Sobre esto último, Petruk Nowosad recordó que “en verano, los suelos desnudos llegan a 60 o 70 grados de temperatura, y aquí, el suelo bajo esta cobertura mantiene estable la temperatura”.
Vinculado, cabe recordar el relevamiento realizado en enero de este año por el INYM en ese yerbal, que mostró que los suelos sin cobertura pueden alcanzar temperaturas de hasta 69 grados centígrados, mientras que los suelos con cobertura de maní forrajero mantienen una temperatura de alrededor de 29 grados.
Las mediciones se realizaron el 14 de febrero de 2025, entre las 13:00 y 14:30 horas, en suelos de yerbal con manejo tradicional (desmalezado, con materia seca y aplicación de herbicida) y en suelos de yerbales con cobertura de maní forrajero (Arachis pintoi).
El maní forrajero “se puede plantar durante todo el año, teniendo en cuenta que tolera poco las heladas, por lo cual es recomendable hacer las plantaciones una vez que no tenemos riesgo de heladas y siempre y cuando haya disponibilidad de agua para un correcto enraizamiento”. Una vez realizada la plantación, “uno de los cuidados principales es evitar las hormigas cortadoras. Luego, es de baja mano de obra para mantenimiento”.
Esta especie además “tiene importante contenido de proteínas para ser utilizada como forraje, y en el manejo cotidiano en el yerbal, no requiere mucha intervención, ya que no levanta más de 30 centímetros”.