El mate, un buen aliado para bajar de peso y controlar el colesterol
Los trabajos del Dr. Rafael Pérez Elizalde y su equipo de la Universidad Maza (Mendoza), serán presentados en la VI Jornada de Divulgación Científica “Yerba Mate y Salud”.
En la Universidad Juan Agustín Maza
Estudios realizados por el Dr. Rafael Pérez Elizalde y su equipo del Laboratorio de Enfermedades Metabólicas, de la Universidad Juan Agustín Maza (Mendoza), comprobaron el efecto benéfico que tiene el consumo diario de mate cebado en los regímenes para bajar de peso, como también detectaron una incidencia positiva en el control del “colesterol malo” y los triglicéridos.
El estudio
La tarea realizada por el Dr. Pérez Elizalde tuvo como punto de partida un estudio observacional del año 2011 sobre 68 personas que no tomaban medicación para el colesterol y de las cuales 37 no consumían mate y las restantes 31 sí consumían 260 ml diarios de mate cebado tradicional. “Los que tomaban mate registraban valores más bajos de colesterol”, comentó.
El siguiente paso fue un estudio intervencional que se desarrolló entre el 2012 y el 2015, sobre una población de 352 voluntarios, con edades que oscilaron entre los 40 y los 60 años; también sin medicación para el colesterol.
En las seis semanas previas al inicio del estudio no consumieron mate y luego fueron divididos en dos grupos: en uno sus integrantes debían consumir 50 gramos de yerba mate por día, mientras que en el otro debían matear con 100 gramos de yerba diarios.
Los resultados
A las seis semanas se controló que no hubiera modificaciones de sus hábitos alimentarios, su composición corporal y su régimen de actividad física. Finalmente, a las doce semanas se efectuó un nuevo análisis y se constató que el valor de la media del colesterol total pasó de 205 a 191. Los triglicéridos, en tanto, evidenciaron una media que descendió de 150 a 132 como valor promedio. En el caso de los pacientes con triglicéridos muy altos el valor medio bajó de 233 a 197.
Registramos entre un 10% a 15% menos de colesterol y triglicéridos solo con el consumo habitual del mate”, resumió Pérez Elizalde.
“Registramos entre un 10% a 15% menos de colesterol y triglicéridos solo con el consumo habitual del mate”, resumió Pérez Elizalde, para luego añadir que “consideramos que los polifenoles presentes en la yerba mate juegan un papel muy importante y por eso es recomendable el consumo de yerba mate como parte de una dieta saludable”.
El investigador y su equipo decidieron ir un poco más lejos y se propusieron analizar el efecto del consumo de yerba mate sobre el descenso de peso. En este caso, su objeto de estudio fue un grupo de 60 mujeres de 25 a 50 años, excedidas de peso y sometidas a un plan de alimentación hipocalórico.
Durante doce semanas estas voluntarias formaron parte de un programa alimentario con seguimiento profesional. Un grupo recibió suplementación con dos litros de mate por día (100 gramos de yerba) y el otro con dos litros de agua.
En este caso el proceso también tuvo una duración de doce semanas, pero se realizaron siete controles durante ese lapso. Nuevamente el resultado demostró el efecto benéfico de la yerba mate: quienes consumieron mate bajaron un promedio de 3,04 kilos respecto a su peso inicial, con el dato adicional de que el 93% de esa reducción fue grasa. El grupo que solo tomó agua, en tanto, también bajó de peso, pero menos: 2,45 kilos y con un 84% de esa merma correspondiente a grasa.
Esta combinación de régimen alimentario, actividad física y mate también incidió de manera positiva sobre el colesterol total, ya que quienes consumieron mate bajaron una media de 22,9 unidades con relación a los niveles medidos al inicio de las doce semanas. Los que solamente bebieron agua bajaron 18,7 unidades de su colesterol total.
“En todos estos trabajos de investigación pudimos observar que hubo un descenso muy marcado del colesterol y de los triglicéridos con sólo hecho de incorporar el mate como un alimento saludable, y también comprobamos que el consumo de mate proporciona una reducción adicional de la grasa corporal, junto con una dieta hipocalórica”, resumió finalmente Pérez Elizalde.