Constancia, valor, humildad y solidaridad. Son los pilares de Mercedes Sabina Verdun, la joven hija de tareferos que obtuvo el mejor promedio en el sexto año del Colegio Antonio Biale, en Colonia Liebig, Corrientes.

Para llegar hasta aquí hubo que recorrer un camino con distintas dificultades, solo posible transitar por la determinación de sus padres Oscar y Mónica, que no dudaron en trasladarla en bicicleta o acompañarla caminando el trayecto de 5 kilómetros y luego de 7 kilómetros terrados que separan el hogar de las escuelas primarias y secundarias, inculcándole que no debe faltar nunca a clases y que ante todo, está el estudio.

El INYM es parte, gratamente, de esa hermosa historia de amor familiar, ya que contribuyó al otorgarle una beca durante todo el cursado del nivel secundario y el martes (14 de diciembre de 2021) la premió con una notebook por haber obtenido un promedio con 9,42 puntos.

El INYM otorga becas de estudio a hijos de trabajadores y productores de yerba mate, y en este 2021 premió, con la entrega de notebook, a los tres mejores promedios, resultando Mercedes en primer lugar, seguida de Dana Beatriz Rujodski, de la Escuela de la Familia Agrícola Padre José Marx, de Campo Viera, y de Jonatan Quevedo, de la Escuela de la Familia Agrícola Concepción Vírgen María, de Concepción de la Sierra.

Absolutamente todos los días de Mercedes están vinculados a la yerba mate. Desde que nació hasta la actualidad, los únicos meses alejados del yerbal fueron los octubres. Su familia, que se completa con los hermanos Roxana (19) y el pequeño Benjamín (4), vive en la chacra del patrón, donde el papá es peón general y tiene como tarea, entre otras, la cosecha y limpieza del yerbal durante casi todo el año.

La jornada empieza a las 4 de la mañana. Hasta el mediodía hay trabajo en la yerba, después un descanso y cuando merma el calor del sol, a machetear y otras tareas”, contó Oscar.

“La jornada empieza a las 4 de la mañana. Hasta el mediodía hay trabajo en la yerba, después un descanso y cuando merma el calor del sol, a machetear y otras tareas”, contó Oscar. “Mis padres tarefeaban, y yo aprendí un poquito en la escuela, por eso siempre quise que mis hijos estudien, pongo empeño para que salgan adelante”, agregó este hombre que apenas pudo cursar algunos meses del primer grado escolar.

Ni la distancia física ni otros hechos, como la lluvia que provoca el aumento del caudal de un arroyo sobrepasando el nivel del puente y tornando dificultoso el transito en el camino de tierra, o la ausencia de un auto, fueron obstáculos para que Mercedes concurra a clases en las escuelas Granaderos Juan Bautista Baigorria 950 y Héroes Correntino 165, y en el Colegio Antonio Biale.

Mis padres me llevaban en bicicleta, o me acompañaban caminado cuando era más chica, tanto a clases como a educación física, que teníamos a la tarde”, recordó la ahora flamante egresada.

“Mis padres me llevaban en bicicleta, o me acompañaban caminado cuando era más chica, tanto a clases como a educación física, que teníamos a la tarde”, recordó la ahora flamante egresada. “¿Qué es lo que más me gusta? Y… depende del contenido de las materias… matemática, todo lo que es salud y biología”, dice, al tiempo que nos revela que ya tiene decidido “cursar la tecnicatura Analista Administrativo Contable” en la Escuela Superior de Comercio N°3 de Apóstoles porque “es una carrera corta, de mucha salida laboral y cerca de casa”.

Precisamente, su desempeño en matemáticas fue elogiado por sus propios compañeros en el acto de colación de egresados. “Qué vamos a hacer ahora sin Mercedes, quien en clases nos enseñaba ecuaciones”, dijo una de sus amigas al pronunciar un discurso de despedida en el Colegio. La respuesta llegó, como siempre, cargada de humidad y solidaridad.

“Pasamos momentos lindos y feos, pero estuvimos juntos todo el camino, y aunque ahora nos separemos porque terminamos la secundaria, quiero que sepan que pueden contar conmigo para lo que necesiten”, fueron sus palabras, espontáneas, tras recibir la notebook del INYM y hablar frente a los compañeros, docentes y a los directores María Herminda Gabur, representante del Gobierno de Corrientes; Gerardo López, representante de la Industria, y Nelson Dalcolmo, del sector de Producción en la Institución yerbatera, quienes se acercaron para homenajearla.

Mercedes es la primera generación en la familia Verdun en terminar los estudios del nivel medio. El bisabuelo, Telesforo, llegó a estas tierras “escapando de la Guerra del Paraguay; fue agricultor, tenía una chacra de 25 hectáreas en Dos Arroyos”, y el abuelo, del mismo nombre, junto a su esposa Dionisia, “se dedicó a la cosecha de yerba toda la vida”, al igual que su papá Oscar, quien compartió la historia familiar.

La joven debutó en los estudios como abanderada, en jardín de infantes de la Escuela de Granaderos Juan Bautista Baigorria 950; obtuvo el mejor promedio, con 9,34, en 6 grado de la Escuela Héroes Correntino 165 y también mejor promedio en sexto año, con 9,42, en el Colegio Antonio Biale, donde portó orgullosa el rol de abanderado de la Bandera Argentina.

Sobre qué aspiraciones tiene, señaló que la meta es terminar la carrera que eligió -que también cursa su hermana Roxana- e inmediatamente agradeció “por todo, por la notebook, por la posibilidad de estudiar y porque todos en la familia están bien”, poniendo en valor que “en lo pequeño está lo grande”, que en las cosas sencillas hay mucha belleza.