Trabajar a la fertilidad de la chacra como un sistema integral – ambiental para lograr buenos rendimientos
Esa fue la premisa de la jornada que compartieron el 7 de febrero pasado productores de la localidad en 25 de Mayo y técnicos del Servicio de Extensión Yerbatero (SEY) del INYM.
“Entender y trabajar a la chacra como un sistema integral, donde existe un balance de entradas y salidas de nutrientes y de energías, y en ese marco, la fertilidad del suelo es un pilar más de los componentes que hacen a la productividad y sustentabilidad”. Esa fue la premisa de la jornada que compartieron el 7 de febrero pasado productores de la localidad en 25 de Mayo y técnicos del Servicio de Extensión Yerbatero (SEY) del INYM, en el yerbal de Rubén “Suizo” Fischer, junto al Ministerio del Agro de Misiones y la Secretaria del Agro de la Municipalidad local.
“Abordamos como eje principal la temática de fertilidad de suelos y nutrición en la yerba mate, en un sentido un poco más amplio de lo que estamos habituados, es decir en la chacra como un sistema integral”, contó Sergio Rigueresman, técnico del SEY.
"Muchas veces cuando escuchamos la palabra fertilidad, pensamos en cuánto tiene el suelo de nitrógeno, cuanto tiene de fósforo, potasio, micronutrientes, cual es el pH. Y en relación con esto, cuánto es lo que vamos a tener que adicionar de fertilizantes. En esta jornada pusimos de manifiesto la sinergia y complementariedad necesaria entre lo que es la fertilidad física, fertilidad biológica y la fertilidad química”, detalló.
De esta manera, se expuso y demostró en el mismo territorio que la palabra fertilidad abarca e integra otros temas, todos de importancia. En la chacra, “Fischer desde hace tiempo viene trabajando en la mejora del sistema e implementa prácticas amigables con el ambiente y en la actualidad se pueden apreciar las diferencias entre suelos degradados, estériles, planchados, sin estructura, y suelos vivos, fértiles y productivos”, indicó Rigueresman.
Durante la jornada técnica, se plantearon muchas de las variables de manejo que aportan a construir un suelo saludable y fértil. “Revalorizamos las necesidades y funciones de la materia orgánica como motor de la actividad biológica, la captación de carbono, también como agente cementante que brinda buena estructura y da estabilidad, disminuyendo además el riesgo de los procesos erosivos. Químicamente, la materia orgánica brinda y predispone equilibradamente los nutrientes al sistema”, destacó el técnico.
También se habló sobre la diversidad de raíces y sobre sus áreas exploratorias, “de la asociación que presentan con microorganismos benéficos como ciertos hongos micorrícicos y bacterias asociados a la rizosfera, quienes permiten ir aún más allá de lo que pueden las raíces de las plantas, captando y solubilizando más nutrientes como el fósforo y la retención y absorción de agua”, continuó Rigueresman.
En esa línea, señaló que los presentes pudieron “evidenciar y determinar microorganismos fijadores biológicos de nitrógeno del aire a partir de nódulos activos de algunas cubiertas verdes, que aportan de manera gratuita” ese nutriente al sistema”, y “los beneficios y aportes de los árboles nativos en la captación de nutrientes en profundidad del perfil y la recirculación en superficie del suelo a partir de sus hojas, además de sus servicios ecosistémicos”.
Por supuesto, centrales por contribuir a la fertilidad física y biológica, se abordaron temas de cubiertas verdes, sus beneficios y disminución de costos con su manejo.
También, el uso adecuado de herramientas e implementos para recomponer la fertilidad física.
Respecto a la parte química, se pusieron de manifiesto los resultados de análisis y ensayos comparativos de fertilización balanceada que se vienen llevando adelante en la chacra del productor Fischer. “Lo bueno de brindar equilibradamente los nutrientes a la planta de yerba mate, es que su crecimiento es más eficiente y con mayor tolerancia a adversidad biológicas como plagas y enfermedades”, destacó Rigueresman.
Las tareas de recuperación del suelo en equilibrio con el amibente ya arrojan buenos resultados en esta chacra. “En la próxima cosecha se determinarán los rendimientos productivos, se analizarán los económicos y se empezará a cuantificar los indicadores ambientales”, informó.
Durante la jornada, los presentes intercambiaron las experiencias en sus chacras sobre alternativas de elaboración de fertilizantes y enmiendas orgánicas, como bokashi (término japonés que significa materia orgánica fermentada), de la incorporación y manejo de ganado ovino y bovino, y de los aportes de heces de corrales de cerdos y aves en el yerbal, entre otras opciones.
Asimismo, los referentes del Ministerio del Agro expusieron sobre bioinsumos, explicando su correcto uso y almacenamiento.