Tras evaluar el impacto en cada yerbal en particular, se sugirieron manejos cuyos resultados ya se pueden apreciar. “Dos semanas después del granizo se comenzó la tarea y en las plantas donde se realizaron esas prácticas hubo una brotación más sana, con más vigor respecto a las que no se intervinieron”, destacó el ingeniero agrónomo Gustavo Baumgratz, quien recordó que el fenómeno meteorológico transitó un corredor de unos 200 kilómetros de largo por 7 kilómetros de ancho, desde Jardín América hasta El Soberbio, pasando por Ruiz de Montoya, Cerro Moreno, Aristóbulo del Valle, Dos de Mayo, Pueblo Illia y San Vicente. Fueron 10 minutos de granizos con un intenso viento lateral que castigaron a las plantas, causando heridas tan graves cuya única solución fue una poda de saneamiento y limpieza, con serrucho y motosierra.

Para los productores fue una tarea complicada. Todavía estaban tratando de superar el impacto de la granizada, cuando tuvieron que tomar la decisión de sacar ramas que en zafras anteriores habían tenido un buen rendimiento. “Fue muy difícil para el productor aceptar nuestra recomendación, pero les explicamos que para la planta es más fácil recuperarse de una poda de saneamiento que de todos los golpes de la granizada, porque cicatrizar esas múltiples heridas le consume mucha más energía que un solo corte”, precisó.

El ingeniero Baumgratz aclaró que no todos los yerbales sufrieron el mismo daño, por lo cual el manejo sugerido fue variando de acuerdo con la situación observada. “En los casos más graves recomendamos esa poda, pero en otros fue suficiente con sacar las ramas más afectadas”, concluyó.

Es ese sentido, se informa a los productores interesados en recibir la visita de un técnico o participar de una jornada de capacitación relacionada a estos temas, que se pueden comunicar con el Área Técnica del INYM al teléfono (376) 4425273, de lunes a viernes de 7:00 a 14:00 horas.