La capacitación que recibieron los técnicos estuvo organizada por la Cámara de Bioinsumos de la Argentina (CABIO) y fue dictada por empresas proveedoras. Entre los temas relevantes, se abordaron los vinculados a la sanidad del sistema productivo, el manejo de suelo y sustentabilidad del cultivo de yerba mate.

“Los consumidores, el mercado, son cada vez más exigentes y una de las funciones del INYM es garantizar la inocuidad y calidad de la yerba mate; este taller se enmarca en ese objetivo y se complementa con el apoyo que la Institución brinda a ensayos de aplicación de bioinsumos”, explicó Verónica Scalerandi, sub gerente del Área Técnica.

Cabe recordar que “todos los productos de tipo químico y biológico requieren la debida autorización de uso y deben ser aplicados bajo la recomendación de un ingeniero agrónomo”, recordó Marcos Kubiszen, del Área Técnica del INYM.

Existen bioinsumos que están aprobados para la agricultura orgánica y biológica, y para que formen parte del listado de productos que el SENASA tiene habilitado para la yerba mate se prevé avanzar en pruebas de efectividad.

Los bioinsumos son productos elaborados a partir de organismos benéficos, tales como bacterias, hongos, virus, e insectos, o bien a extractos naturales obtenidos de plantas; no dejan residuos tóxicos en el ambiente y su utilización no implica riesgos para la salud de los agricultores y de los consumidores, tal como se explica en la web del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.