Recomendamos evitar la cosecha para proteger las plantas de yerba mate
Se pretende que no sufran de estrés hídrico y mitigar posibles daños en las ramas sometidas a la poda.
El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) recomienda extremar los cuidados en estos días donde se evidencia notablemente la ausencia de lluvias, y en ese marco indica que una de las alternativas es no cosechar la planta de yerba mate porque podría afectar el rendimiento y la sustentabilidad futura de los lotes en producción.
La falta de agua condiciona el crecimiento de la plantas de yerba mate.
“El estrés que genera la escasa o nula disponibilidad de agua útil en el suelo durante situaciones como la que actualmente se padecen, provocan que los árboles de yerba mate estén condicionados en gran medida en su crecimiento y desarrollo tanto en la parte aérea como en el sistema radicular”, se explica desde el Área Técnica del INYM.
La cosecha de yerba mate expone a las plantas a un estrés propio de la reducción de la parte aérea, y afecta su equilibrio natural. En la compleja situación, se puede destacar que la reducción del área foliar baja la evapotranspiración total, pero frena la expansión radicular.
Si existen condiciones favorables, durante un tiempo y con disponibilidad de nutrientes y agua, las plantas se reestablecen.
En condiciones de sequía, como la actual, podría haber daños por insolación de las ramas, ya que la brotación se demorará o directamente no ocurre, y eso afectará rendimientos a futuro de manera permanente.
Las precipitaciones que ocurren esporádicamente son un aliciente pero modifican muy poco este escenario, ya que el evento La Niña, tal como lo indica el Servicio Meteorológico Nacional, se extenderá durante los próximos meses afectando los patrones de precipitaciones, con un verano más cálido y seco.
En esa línea, desde el INYM se recuerda además la importancia de mantener el suelo siempre cubierto, ya sea con cubiertas verdes espontáneas o implantadas, y de evitar el fuego en cualquier actividad, dado que las condiciones climáticas actuales y las previstas para los próximos meses, con altas temperaturas y la ausencia de lluvias, hacen propicio el escenario para incendios.