Becas estudiando con el mate en San Antonio, Misiones
El INYM comenzó a otorgar las becas Estudiando con el Mate en el 2011. Entonces, fueron 140 los jóvenes beneficiados. En los años 2012, 2013 y 2014 las becas fueron para 200 alumnos cada año, y en el 2015 son 250.
La primera promoción de la Escuela de la Familia Agrícola (EFA) San Antonio, ubicada en el municipio de Azara, se concretó en el 2015 y parte del grupo de egresados son alumnos que fueron becados por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM)
“Esto nos enorgullece y demuestra que no nos equivocamos cuando decidimos destinar recursos a hijos de cosecheros y productores”, evaluó el presidente del INYM, el ingeniero agrónomo Luis Francisco Prietto.
Al tiempo que informó que “este año la institución vuelca 1.250.000 pesos en concepto de becas Estudiando con el Mate, que van a parar a 250 alumnos de 44 EFAS, Institutos de Enseñanza Agropecuaria y escuelas agrotécnicas, en la zona productora, Misiones y Corrientes”.
La EFA San Antonio comenzó a dictar clases en el 2011, “y entonces los primeros alumnos, que hoy están en quinto, nuestra primera promoción, fueron beneficiados con la becas Estudiando con el Mate, que brinda el INYM”, recordó el rector de la institución, Paulo Jesús Alvarenga.
“Fueron cinco primeros estudiantes que pudieron concurrir gracias al apoyo económico, de los cuales hoy siguen cuatro con esta beca y una alumna no porque se cambió de domicilio”, agregó el profesional.
El INYM comenzó a otorgar las becas Estudiando con el Mate en el 2011. Entonces, fueron 140 los jóvenes beneficiados. En los años 2012, 2013 y 2014 las becas fueron para 200 alumnos cada año, y en este 2015 son 250 los alumnos secundarios.
En la EFA San Antonio, quienes reciben la beca son Juanita Zdanovich, Miriam Rojas, Fernando Rojas, Sergio Benítez, Javier Dlutuwski, Lorena Soutus, Jorge Soutus, Walter Valenzuela, Daniel Amarilla y Francisco Rodríguez.
Este aporte está destinado exclusivamente a hijos de productores y trabajadores de yerba mate que cursan sus estudios secundarios en escuelas con orientación agrícola en la zona productora, en Misiones y Corrientes, y está orientado a facilitar su inclusión y permanencia en el área educativa y rural.
Alumnos de 5ºaño, Escuela de la Familia Agrícola (EFA) San Antonio, Misiones.
Testimonios:
Juanita Zdanovich
“Desde este año tengo la beca y eso me ayuda muchísimo. Ahora estoy en cuarto año, y me gustaría seguir recibiendo este apoyo durante toda la secundaría y también en la universidad”, pidió Juanita Zdanovich (16). “Nosotros somos cinco hermanos: uno viene a esta EFA, otro es discapacitado y va a una escuela especial y los otros son chiquitos, y todos ayudamos en casa; mi papá es tarefero y changarín, así que me viene muy bien esta ayuda”, expresó, al tiempo que hizo notar que la materia que más le gusta “es matemática; me gusta hacer cálculos”, dijo.
Miriam Rojas
“En mi casa somos 8, de los cuáles cuatro venimos a la EFA, y todos ayudamos en casa, con mi mamá, y en el secadero con mi papá”, manifestó por su parte Miriam Rojas (16), alumna del cuarto año de la EFA San Antonio. “Para nosotros las becas son una ayuda enorme, y queremos seguir estudiando, me gustaría ser profesora de educación física”, agregó, presente en el lugar, su hermano, Fernando (18). Ambos son beneficiarios del apoyo económico.
Sergio Benítez
Recibe la beca desde que inició sus estudios, en el 2011, en la EFA San Antonio. “En mi familia somos seis, mi mamá y cinco hermanos; vivimos en el campo y en los tiempos libres ayudamos en la chacra”, contó. “Cuando empecé a estudiar acá éramos 28, y hoy somos 9, no fue fácil al principio, yo por suerte recibo la beca del INYM desde el inicio hasta hoy, y mi idea es continuar estudios terciarios o universitarios, me gustaría seguir una carrera agropecuaria”, relató el joven de 21 años que cursa el quinto año de la secundaria.
En la EFA San Antonio, como en las demás EFAs, rige el sistema de alternancia. Los jóvenes permanecen 15 días en la institución, donde estudian y realizan tareas vinculadas al sector agrario, y 15 días en sus hogares. “Tenemos 120 alumnos y cinco formaciones profesionales optativas: la de operario apícola, carpintero de obra fina, informática para la administración y gestión, panadero y operario hortícola”, indicó el rector Paulo Jesús Alvarenga.
“Vienen a cursar estas formaciones los papás, mamás y hermanos de los alumnos, y para mejorar este aspecto hemos obtenido, previa presentación de un proyecto al Instituto Nacional de Educación Tecnológica, fondos para equipar nuestras carpintería y panadería”, enfatizó el docente, ilustrando la importancia de los aportes para las familias de escasos recursos económicos.
“Acá tenemos alumnos de Garabí, Gobernador Virasoro y Colonia Liebig, de la provincia de Corrientes; y de Tres Capones, de Azara , de Apóstoles y de San José, y la mayoría son de la zona rural, de familias de tareferos, y los que no, un 30 por ciento, provienen de barrios periféricos de las zonas urbanas, todos de muy pocos recursos”, agregó.
Reforzando valores y aprendiendo
En la EFA San Antonio los estudiantes aprenden un poco de todo, y la solidaridad y camaradería están a la orden del día. “Los alumnos aquí hacen todo tipo de actividades, acá hay una formación integral: el alumno no solamente aprende matemática y lengua, y otras materias, sino que también aprende a plantar, a ordenar su habitación, a servir la mesa, a ordeñar la vaca, a alimentar a los animales y a producir alimentos, por citar algunas actividades”, enumeró Alvarenga.
En pocos años, desde el 2011 a la fecha, el lugar donde antes existían sólo dos pequeñas construcciones hoy es un espacio donde se levantan las aulas, un yerbal recuperado, tres nuevos edificios (uno para el comedor, recientemente habilitado, y otros dos en construcción que funcionarán como albergues), una huerta, un vivero de plantas nativas, espacios para la ganadería, porcinos, ovejas y aves, producción de miel (con 25 colmenas), y eucaliptos.
Uno de los requisitos para acceder a las becas Estudiando con el Mate es presentar, al final del ciclo lectivo, trabajos de investigación sobre la yerba mate. La idea es estimular y fortalecer el conocimiento e interés de los estudiantes por el cultivo de la yerba mate, y contribuir al aprendizaje sobre distintas temáticas que involucran a esta producción, destacando su importancia e incidencia para nuestra región.
Recuperacíon de un yerbal
En la EFA San Antonio los docentes y alumnos recuperaron dos hectáreas de yerba mate. “Ese yerbal tenía unos 10 años de abandono, tenía monte, entonces con los alumnos, en el marco de las materias relacionadas con el agro, como Producciones Agropecuarias, se hizo la práctica de cómo recuperarlo: se desmalezó se tiraron los árboles más grandes, se puso abono natural, y se hicieron prácticas de tipos de poda, de cosecha. Y con plantines propios hemos replantado parte de ese yerbal, y estamos armando otro, con otra densidad, para que los chicos vean la diferencia…”, relató Alvarenga.
“Tenemos producción propia, para autoconsumo y los excedentes lo vendemos para obtener recursos para la compra de alimentos y elementos que no podemos generar aquí. De esta manera, además de autosustentarnos, los jóvenes aprenden distintas actividades y oficios”, ponderó el docente.
En ese marco, Alvarenga volvió a destacar la importancia de las Becas Estudiando con el Mate. “Gracias a Dios tenemos esta posibilidad. Estamos en un lugar donde hay alumnos que son hijos de productores y tareferos, son personas de muy pocos recursos… Hoy tenemos 10 alumnos becados por el INYM, y queremos que esto no solo continúe sino que se extienda a más chicos”, expresó, al tiempo que recalcó que se impuso como desafío, siendo rector de la EFA San Antonio, “seguir trabajando para lograr que estos jóvenes continúen estudiando y que elijan afines con el agro”.
“Esto nos enorgullece y demuestra que no nos equivocamos cuando decidimos destinar recursos a hijos de cosecheros y productores”, evaluó el presidente del INYM, el ingeniero agrónomo Luis Francisco Prietto.
Al tiempo que informó que “este año la institución vuelca 1.250.000 pesos en concepto de becas Estudiando con el Mate, que van a parar a 250 alumnos de 44 EFAS, Institutos de Enseñanza Agropecuaria y escuelas agrotécnicas, en la zona productora, Misiones y Corrientes”.
La EFA San Antonio comenzó a dictar clases en el 2011, “y entonces los primeros alumnos, que hoy están en quinto, nuestra primera promoción, fueron beneficiados con la becas Estudiando con el Mate, que brinda el INYM”, recordó el rector de la institución, Paulo Jesús Alvarenga.
“Fueron cinco primeros estudiantes que pudieron concurrir gracias al apoyo económico, de los cuales hoy siguen cuatro con esta beca y una alumna no porque se cambió de domicilio”, agregó el profesional.
El INYM comenzó a otorgar las becas Estudiando con el Mate en el 2011. Entonces, fueron 140 los jóvenes beneficiados. En los años 2012, 2013 y 2014 las becas fueron para 200 alumnos cada año, y en este 2015 son 250 los alumnos secundarios.
En la EFA San Antonio, quienes reciben la beca son Juanita Zdanovich, Miriam Rojas, Fernando Rojas, Sergio Benítez, Javier Dlutuwski, Lorena Soutus, Jorge Soutus, Walter Valenzuela, Daniel Amarilla y Francisco Rodríguez.
Este aporte está destinado exclusivamente a hijos de productores y trabajadores de yerba mate que cursan sus estudios secundarios en escuelas con orientación agrícola en la zona productora, en Misiones y Corrientes, y está orientado a facilitar su inclusión y permanencia en el área educativa y rural.
Alumnos de 5ºaño, Escuela de la Familia Agrícola (EFA) San Antonio, Misiones.
Testimonios:
Juanita Zdanovich
“Desde este año tengo la beca y eso me ayuda muchísimo. Ahora estoy en cuarto año, y me gustaría seguir recibiendo este apoyo durante toda la secundaría y también en la universidad”, pidió Juanita Zdanovich (16). “Nosotros somos cinco hermanos: uno viene a esta EFA, otro es discapacitado y va a una escuela especial y los otros son chiquitos, y todos ayudamos en casa; mi papá es tarefero y changarín, así que me viene muy bien esta ayuda”, expresó, al tiempo que hizo notar que la materia que más le gusta “es matemática; me gusta hacer cálculos”, dijo.
Miriam Rojas
“En mi casa somos 8, de los cuáles cuatro venimos a la EFA, y todos ayudamos en casa, con mi mamá, y en el secadero con mi papá”, manifestó por su parte Miriam Rojas (16), alumna del cuarto año de la EFA San Antonio. “Para nosotros las becas son una ayuda enorme, y queremos seguir estudiando, me gustaría ser profesora de educación física”, agregó, presente en el lugar, su hermano, Fernando (18). Ambos son beneficiarios del apoyo económico.
Sergio Benítez
Recibe la beca desde que inició sus estudios, en el 2011, en la EFA San Antonio. “En mi familia somos seis, mi mamá y cinco hermanos; vivimos en el campo y en los tiempos libres ayudamos en la chacra”, contó. “Cuando empecé a estudiar acá éramos 28, y hoy somos 9, no fue fácil al principio, yo por suerte recibo la beca del INYM desde el inicio hasta hoy, y mi idea es continuar estudios terciarios o universitarios, me gustaría seguir una carrera agropecuaria”, relató el joven de 21 años que cursa el quinto año de la secundaria.
En la EFA San Antonio, como en las demás EFAs, rige el sistema de alternancia. Los jóvenes permanecen 15 días en la institución, donde estudian y realizan tareas vinculadas al sector agrario, y 15 días en sus hogares. “Tenemos 120 alumnos y cinco formaciones profesionales optativas: la de operario apícola, carpintero de obra fina, informática para la administración y gestión, panadero y operario hortícola”, indicó el rector Paulo Jesús Alvarenga.
“Vienen a cursar estas formaciones los papás, mamás y hermanos de los alumnos, y para mejorar este aspecto hemos obtenido, previa presentación de un proyecto al Instituto Nacional de Educación Tecnológica, fondos para equipar nuestras carpintería y panadería”, enfatizó el docente, ilustrando la importancia de los aportes para las familias de escasos recursos económicos.
“Acá tenemos alumnos de Garabí, Gobernador Virasoro y Colonia Liebig, de la provincia de Corrientes; y de Tres Capones, de Azara , de Apóstoles y de San José, y la mayoría son de la zona rural, de familias de tareferos, y los que no, un 30 por ciento, provienen de barrios periféricos de las zonas urbanas, todos de muy pocos recursos”, agregó.
Reforzando valores y aprendiendo
En la EFA San Antonio los estudiantes aprenden un poco de todo, y la solidaridad y camaradería están a la orden del día. “Los alumnos aquí hacen todo tipo de actividades, acá hay una formación integral: el alumno no solamente aprende matemática y lengua, y otras materias, sino que también aprende a plantar, a ordenar su habitación, a servir la mesa, a ordeñar la vaca, a alimentar a los animales y a producir alimentos, por citar algunas actividades”, enumeró Alvarenga.
En pocos años, desde el 2011 a la fecha, el lugar donde antes existían sólo dos pequeñas construcciones hoy es un espacio donde se levantan las aulas, un yerbal recuperado, tres nuevos edificios (uno para el comedor, recientemente habilitado, y otros dos en construcción que funcionarán como albergues), una huerta, un vivero de plantas nativas, espacios para la ganadería, porcinos, ovejas y aves, producción de miel (con 25 colmenas), y eucaliptos.
Uno de los requisitos para acceder a las becas Estudiando con el Mate es presentar, al final del ciclo lectivo, trabajos de investigación sobre la yerba mate. La idea es estimular y fortalecer el conocimiento e interés de los estudiantes por el cultivo de la yerba mate, y contribuir al aprendizaje sobre distintas temáticas que involucran a esta producción, destacando su importancia e incidencia para nuestra región.
Recuperacíon de un yerbal
En la EFA San Antonio los docentes y alumnos recuperaron dos hectáreas de yerba mate. “Ese yerbal tenía unos 10 años de abandono, tenía monte, entonces con los alumnos, en el marco de las materias relacionadas con el agro, como Producciones Agropecuarias, se hizo la práctica de cómo recuperarlo: se desmalezó se tiraron los árboles más grandes, se puso abono natural, y se hicieron prácticas de tipos de poda, de cosecha. Y con plantines propios hemos replantado parte de ese yerbal, y estamos armando otro, con otra densidad, para que los chicos vean la diferencia…”, relató Alvarenga.
“Tenemos producción propia, para autoconsumo y los excedentes lo vendemos para obtener recursos para la compra de alimentos y elementos que no podemos generar aquí. De esta manera, además de autosustentarnos, los jóvenes aprenden distintas actividades y oficios”, ponderó el docente.
En ese marco, Alvarenga volvió a destacar la importancia de las Becas Estudiando con el Mate. “Gracias a Dios tenemos esta posibilidad. Estamos en un lugar donde hay alumnos que son hijos de productores y tareferos, son personas de muy pocos recursos… Hoy tenemos 10 alumnos becados por el INYM, y queremos que esto no solo continúe sino que se extienda a más chicos”, expresó, al tiempo que recalcó que se impuso como desafío, siendo rector de la EFA San Antonio, “seguir trabajando para lograr que estos jóvenes continúen estudiando y que elijan afines con el agro”.