Stadler, una historia de determinación y coraje
En la chacra de Nene (Pedro Rubén) Stadler (65) todo florece. Van casi 100 años de uso de la tierra, de buenas cosechas y también de crisis interminables, siempre superadas con determinación y coraje.
Este pequeño productor fue parte de los Tractorazos (años 2001 y 2002) que dieron origen al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), una gesta histórica en el sector yerbatero.
Trabaja y sigue apostando a la vida en las tierras que colonizó su abuelo José, en el año 1927, tras llegar desde Alemania, quien plantó el yerbal que es parte de su sustento, el mismo lugar donde crecieron y vivieron sus padres Pedro y Ester Cáceres, y donde se quedará su hijo Alan Andrés..
En la chacra de 25 hectáreas produce yerba mate (7 hectáreas) y te; cultiva mandioca, maíz, zapallo, sandía, entre otros alimentos, y cuenta con variedad de animales. “Tenemos 20 vacunos, más de 40 chanchos, 15 de ovejas, gallinas, conejos y en tres tajamares, 450 peces”, cuenta entusiasmado. “El yerbal es viejo, fue plantado por mi abuelo y ahora lo estamos renovando”, agrega.
Al hablar, Nene transmite mucho optimismo. Recuerda que han superado momentos de dificultades económicas, siendo la más reciente a principios del 2000.
“Cuando hicimos los Tractorazos estábamos muy mal, pagaban muy bajo la yerba, se trabajaba mucho y no había dinero ni para arreglar las herramientas; me acuerdo que yo salía a laburar en los pinares y en verano teníamos una olería, con eso vivíamos”, comparte. “Por eso salimos a protestar; la primera vez fuimos en tractor desde acá, Alvear, hasta Posadas, unas seis horas de viaje… también fuimos con el tractor desde la plaza 9 de Julio hasta el Cruce San José para reclamar ahí. Ya pasaron 20 años de aquellos momentos y podemos decir que valió la pena, hoy vivimos sólo de la chacra y los chicos ya no eligen emigrar a las ciudades”, agrega.
Hasta este lugar se trasladaron el lunes pasado (9 de agosto de 2021) el presidente y el vicepresidente del INYM, Juan José Szychowski y Ricardo Maciel; y los directores por Cooperativas en la Institución, Danis Koch y Denis Bochert. “Nos debemos a todo el sector, pero especialmente a las mujeres y hombres que con mucha valentía y esfuerzo, en medio de una profunda crisis, visibilizaron la necesidad de un cambio y lograron ese cambio creando el INYM”, destacó Szychowski.
El Instituto “se hizo en la plaza 9 de Julio”, enfatiza Nene. “Para mí es una sorpresa y una alegría la visita del Presidente y de los Directores de la Institución hoy a mi casa… es un momento emotivo”, señala.
Al memorar aquella gesta histórica, el productor sostiene que “valió la pena y sirvió para mucho más que crear el INYM, porque nos permitió salir, dejar atrás la situación de aislamiento, hacernos conocer… Los dirigentes entendieron que había que apoyar al agro porque en la tierra está la comida y nosotros nos dimos cuenta que así como estaba todo mal en la colonia, estaba todo mal en la ciudad, donde la gente nos apoyó de una manera que hasta hoy emociona”.
Su hijo, quien tenía 5 años cuando se iniciaron los Tractorazos, cursan la carrera de Profesorado de Historia y a la par colabora en las tareas agrarias, ya que tiene resuelto vivir en la chacra. “Mi gran sueño es que mi hijo quiera a esta tierra como la quiero yo, que tenga la posibilidad de crecer con su trabajo y que eso se dé en contacto con este lugar”, revela Nene; algo que felizmente se está dando.