Las actividades se desarrollaron en la chacra del productor Eduardo Ken Kamada, ubicada en Colonia Naranjito (Jardín América), donde hace ya algunos años se lleva adelante la transición hacia una práctica más amigable con el medio ambiente, a partir del manejo del recurso suelo, un cambio en el sistema de cosecha, la incorporación de árboles nativos y el aprovechamiento del agua de lluvias.

“Es muy importante dar a conocer toda la tarea que realiza el INYM por medio del Servicio de Extensión Yerbatero. Con estas actividades podemos llegar a más productores y sumarlos para tener un cultivo más saludable, que se mantenga en el tiempo; con suelos y plantas saludables, y cuidando al consumidor”, subrayó el jefe del SEY, el ingeniero agrónomo Matías Bazila.

Durante la jornada se realizó un circuito que abarcó varios puntos de la chacra y en cada una de las estaciones los técnicos del SEY explicaron los trabajos realizados con el productor. El ingeniero agrónomo Gustavo Baumgratz abrió las exposiciones con el tema “Qué es la agroecología” y posteriormente el ingeniero agrónomo Alejandro Giménez habló acerca de la “Fisiología de la Planta de Yerba Mate. Cosecha = Poda”. Luego fue el turno de la ingeniera agrónoma Silvina Machuca, quien explicó a los participantes el rol que juega el “Manejo de las cubiertas verdes implantadas y espontáneas para la protección del suelo”.

La posta siguiente estuvo a cargo del ingeniero agrónomo Pablo Herrera. En este caso el tema fue “Fertilidad Física – Química- Biológica del Suelo: Vida del Suelo”. La temática siguiente fue “Los árboles en el sistema productivo, llevando el monte a la chacra”, la cual fue abordada por el ingeniero agrónomo Sergio Rigueresman, mientras que en el cierre participó nuevamente el ingeniero Baumgratz para mostrar los trabajos realizados en la chacra en la “Sistematización de caminos para la cosecha de agua”.

Yerbales más resistentes

Al momento de resumir la relevancia que tienen estas prácticas, el ingeniero Bazila subrayó que “se trata de pensar que todo forma parte de un sistema que tenemos que ir armando porque en toda la zona productora tenemos chacras desbalanceadas, donde cualquier influencia climática o ambiental repercute afectando la producción”. Para el profesional, un manejo agroecológico proporciona mayor resiliencia en las plantas de yerba mate, haciéndolas más fuertes ante el embate del clima como, por ejemplo, durante la sequía pasada. “Los yerbales que incorporaron árboles y cortinas sufrieron muchos menos la incidencia de la insolación y la baja humedad relativa”, aseveró.
“El propósito -añadió - es lograr que planta esté más saludable, cuidar el medio ambiente, y a los consumidores; entendiendo que el mercado ya viene exigiendo productos que reflejen ese concepto en yerba agroecológica u orgánica. En definitiva, es volver a traer el monte a los sistemas productivos de la yerba mate”.

En la chacra, junto al productor

La chacra de Kamada cuenta con 35 hectáreas de yerba mate que, luego de tocar un piso de producción, comenzó un proceso de recuperación acompañado por los técnicos del SEY. “Unos años atrás hice dos viajes a Japón y allí pude ver a varios productores que hacían agricultura agroecológica. Esto me motivó y hace seis años estoy volcado a este tipo de labores”, relató.

A partir de la asistencia del técnico del INYM que trabaja en la zona, este productor afianzó su manejo, dejando de lado prácticas que implica utilizar implementos como la rastra y erradicando el glifosato para el control de las malezas. “Trabajamos con otras herramientas y algunas actividades las hacemos de manera manual, empleando azadas o motoguadañas”, explicó

“Con el Área Técnica del INYM estamos haciendo camellones en los caminos para que el agua de lluvia ingrese a la chacra, sistematizamos las plantaciones y armamos curvas de nivel. El apoyo del INYM es importante porque antes no había forma de acceder a un técnico, pero ahora vamos aprendiendo juntos”, sostuvo Kamada.

Al cierre de la jornada de capacitación, el presidente del Círculo Thay de Periodistas Agropecuarios de Misiones, Víctor Piris, destacó la iniciativa y expresó que “nos permite estar actualizados en los conocimientos porque, como nos contaban los técnicos, en tres años cambió mucho el clima y las condiciones en la cuenca yerbatera”.

Para el periodista, lo observado en la chacra de Kamada demostró que aquello que algunos años atrás aparecían como “primeras experiencias o experimentos”, ahora se han convertido en prácticas implementadas por muchos productores, y con buenos resultados. “Hay una noción de cuidar más los recursos que existen en las chacras misioneras”, concluyó.